viernes, 17 de diciembre de 2010

Descubriendo Grandes Fotógrafos

Fotógrafo clásico

Jean Laurent, artista, inventor y empresario, nació en Garchizy, Francia, en 1816. Se trasladó a España en la década de 1840, donde viviría el resto de su vida, cambiando su nombre por el de Juan, la traducción al español de Jean. En 1856 abrió un estudio en Madrid. Una década más tarde, sus fotografías de España y Portugal comenzaron a venderse en París, donde abrió un comercio con el fin de ampliar la clientela de sus populares vistas de estos países de la Europa meridional.

J. Laurent catalogó cada rincón de España y cada una de sus clases sociales. En su trabajo se incluyen pinturas de los grandes maestros, monumentos del pasado y proyectos de obras públicas reflejo de la transición del país a la modernidad. Las imágenes se distribuían en álbumes o como obras sueltas. 

Aunque no puede ignorarse la importancia de otros fotógrafos, J. Laurent fue uno de los más influyentes intérpretes de España y Portugal de este periodo. Sus imágenes, ora románticas, ora documentales, contribuyeron a formar la identidad nacional de estos países.

Las copias en papel albuminado, como éstas, fueron comunes durante la segunda mitad del siglo XIX. Este tipo de imágenes se caracteriza por el aglutinante, a base de clara de huevo, a modo de emulsión. El color cálido de estas imágenes, nítidas y ricas en detalle, se obtenía a través del viraje al oro, proceso que también ha contribuido a su conservación. Los negativos, generalmente de gran formato, eran positivados por contacto en papeles especialmente preparados y con la ayuda de la luz solar.
Como la mayoría de sus contemporáneos, Jean Laurent expuso negativos al colodión sobre vidrio. El colodión está hecho de sustancias químicas inflamables, como el algodón-pólvora y el éter. Los negativos al colodión húmedo sobre placa de vidrio tenían que ser emulsionados, expuestos y revelados en un corto espacio de tiempo, de manera que la mayoría de los fotógrafos se trasladaban acompañados de un laboratorio portátil. Los procesos secos, que fueron inventados más tarde, permitieron el revelado de las placas tiempo después de haber sido expuestas. La escasa sensibilidad a la luz que caracteriza a los procesos fotográficos antiguos permite comprender la razón por la que los objetos en movimiento, como los árboles mecidos por el viento, aparecen con frecuencia borrosos.

Entrada de Toledo (España)
J. Laurent, El castillo de Alicante, hacia el año 1870.

J. Laurent, Estación y castillo de Sax, 1858. 
 
Descubriendo Grandes Fotógrafos


William lesch, es un fotógrafo norteamericano que busca en sus instantáneas el valor eterno del instante mismo. Por eso aboga por transformar sus imágenes en algo que va más allá del disparo instantáneo de su cámara, ahondando en la exposición larga y meticulosa que se permite con su viejo trípode que compró hace más de 30 años. Como en el arte de la meditación o la paciencia de la caza, Lesch prescinde del disparo efímero, y así a veces utiliza para sus fines una cámara fotográfica de la visión, una película lenta, y filtros para alargar las exposiciones, que se miden en segundos, minutos y horas uniformes.

La técnica de Lech es asombrosa, no hay photoshop en sus creaciones, el trabajo es puramente artesanal, el resultado simplemente increíble. Supongo que nuestros amigos fotógrafos sabrán más del tema, igual pueden ilustrarnos, de momento disfrutemos con estas creaciones que son pura fantasía, puro arte y que nos divide en diferentes temas, nubes, olas, desiertos, construcciones, agua o estas que hemos escogido para mostraros, luz pintada, hechas entre 1988 y 1990 (photshop 1.0 salió al mercado en 1990).




 
Alessandro Bavari, nace en Italia en 1963. De familia italo-francesa, se siente de muy joven atraído por las artes, y a la edad de 15 años ya realizaba fotomontajes. Estudia escenografía, fotografía, historia del arte y otras asignaturas asociadas en la escuela de arte de Roma, donde desarrolla diferentes técnicas de pintura y de grabado. Durante esos años acostumbra a fotografiar todo lo que se encuentra en su camino. A partir de 1993 utiliza la manipulación digital a sus trabajos de fotografía y pintura, y así añade a su conocimiento del arte clásico la tecnología moderna. Esto le hace concebir obras como su galería llamada “Sodoma y Gomorra” donde a través del mito y de la historia, y con ayuda de todo el material que va fotografiando en sus viajes (objetos, materia, paisajes, arquitectura…), construye su propio universo entre la decadencia y la fantasía. Nos encontramos así con un fotógrafo complejo que además es pintor, ilustrador y hace vídeos, y en todas sus facetas tiene una calidad inexplicable.



 
Brian Kosoff (1957), nos trae desde su estudio en Manhattan una colección de fotografías intimistas finas y luminosas que son la máxima expresión de la naturaleza. Mirar sus impresiones es ver una imagen de paz y perfección. En su aparente simplicidad encontramos una increíble composición de tonos, de juegos con la luz. Aunque las habilidades técnicas que Brian trae a su arte son formidables, su motivación crear las fotografías son absolutamente simples. “Cuando veo un momento o una calidad especial de la luz, algo que me mueve, deseo expresarlo fotográficamente. Quisiera que mi foto cuente una historia, tenga significado, o tenga belleza”. Brian busca la perfección y la belleza, y para ello cuenta además de su equipo fotográfico con elementos como un visor nocturno, GPS, telémetro láser, imagen de satélite, software topográfico y astronómico para ayudar a determinar posiciones del sol y de la luna. Todo para primero satisfacer su arte creativo y luego disfrutar viendo que este emociona a los demás.




Sebastiao Ribero Salgado, nacido en 1944 en Aimorés, Minas Gerais, Brasil es un fotógrafo brasileño reconocido mundialmente por su estilo de fotografía único y comprometido con el mundo que le ha tocado vivir. Reconocido como representante especial de la Unicef en el 2001 se ha dedicado a hacer crónicas sobre personas excluidas. Su obra se compone de numerosos libros de fotografías siendo premiado en numerosas ocasiones por su trabajo, entre ellas el Príncipe de Asturias de las Artes (1998) por «retratar la condición humana y evidenciar las desigualdades».



 
Fotógrafos del rock (son 2 fotógrafos que conosco)

Edward Curtis Colver, nació en el 17 de junio de 1949 en California. Desde joven se interesó por la fotografía y por el arte, siendo influenciado en su mayor parte por Dadá y el surrealismo. Ha sido el encargado de realizar portadas de discos y fotografias de 45 Grave, Christian Death, Circle Jerks, The Germs, Agent Orange, Rem, T.S.O.L, Social Distortion, entre otros.
Colver es aparte de fotografo un gran coleccionador de vinilos
y entre su haber cuenta con unos 6.000 acetatos.

Como dato curioso cabe destacar que Colver desde 1979 está alejado de la televisión. Actualmente reside en Los Angeles con su esposa Lani.



Charles Peterson (1964), es un fotógrafo norteamericano que se ha hecho conocido por su trabajo junto a la disquera independiente Sub Pop. Peterson se encargó de documentar la escena grunge de Seattle durante los años 80 y 90. Ya sabemos que esta ciudad acunó varias bandas sumamente reconocidas, convirtiéndose en una meca del rock. El artista no sólo fotografió a Nirvana sino también a Pearl Jam, Soundgarden, Mudhoney y Alice In Chains. Muchas de sus fotografías fueron presentadas en la película Kurt Cobain About A Son.

Sus capturas intentan captar la energía y la emoción de este movimiento musical. En este caso presento algunas de las fotografías que formaron parte de una exhibición realizada en el Soulcatcher Studio (Seattle) titulada: “Come As You Are: Seattle’s Rock Legacy”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario